Entrevista Robert Swartz Eva Rancho La Provincia 14 Sep 2013.pdf
Enseñar a pensar a los estudiantes de forma más eficiente. Esa es la labor que desde hace casi 30 años ha emprendido por medio mundo el estadounidense Robert J. Swartz, un profesor de filosofía jubilado de Boston, que imparte seminarios formativos para que el profesional docente integre el pensamiento crítico y creativo dentro de las asignaturas, más allá de que los alumnos memoricen sin más. Su visita al Colegio Heidelberg (Barranco Seco, Las Palmas) ha causado expectación.
Robert J. Swartz
Filósofo y fundador del ‘Thinking-Based Learning’ (Aprendizaje basado en el Pensamiento)
“Enseñar a pensar a los niños les hace mejores estudiantes y personas”
Eva Rancho
LA PROVINCIA, LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 14 Septiembre 2013
¿Cómo surgió enseñar TBL (‘Thinking-Based Learning’/ Aprender a pensar)?
En 1976 un amigo profesor de Historia de Secundaria en Boston me invitó a su clase. Dio a los estudiantes dos historias diferentes, las confrontaron y les dijo: ‘Cómo podemos averiguar cuál debemos creer’. Eso cambió mi vida por completo. Porque la forma en que aprendí Historia fue el profesor diciéndonos qué era. Pero estos niños estaban aprendiendo a cómo decidir si lo que estaban leyendo era algo que debían aceptar como veraz y fiable. Era genial porque se podía aplicar a todo. Pensé que todos los profesores del mundo debían ver esto. Y decidí dar conferencias.
¿Es la primera vez que trabaja en Las Palmas con el Colegio Heidelberg?
Sí, es muy bueno. Veo a sus profesores más cercanos e interesados en los alumnos como grupo que en otras escuelas, donde son un poco distantes. En los tres días de seminarios ellos también están aprendiendo, escuchan de verdad. No sólo significa escuchar similitudes y diferencias, sino pensar sobre ellas y sacar conclusiones. Compararon dos grandes líderes, pero diferentes, Abraham Lincoln y Frederick Douglas. Lo hice a propósito para mostrarles cómo puedes enseñar a los estudiantes a usar estas destrezas con algo que apenas conocen.
A lo largo de estos 30 años de experiencia, ha visto a varias escuelas cambiar completamente su forma de enseñar. ¿Cuál es la que más le ha impactado en España?
En 2007 en el Colegio Montserrat de Barcelona, la primera donde que trabajé en España. Ahora los alumnos se interesan por los contenidos, sus notas han subido, y los profesores están encantados. Es la que sobresale, pero hay otras escuelas, en Murcia, Cáceres, Benidorm, Pamplona o Bilbao.
Colaboró en un proyecto de tres años con el Colegio Lope de Vega (Benidorm) en 2011 para transformar su pedagogía. ¿Ha terminado ya?
No, en este año académico. Es un proceso interesante. Los profesores, en lugar de impartir lecciones y que los estudiantes tomaran apuntes, dieron la vuelta al sistema y comenzaron a “desafiarles” en grupos y a preguntarles por los contenidos que estaban aprendiendo. “Si fueras este personaje en esta novela, y en algún momento tienes que tomar decisiones, cuál sería la mejor?” Es lo que se llama Infusion, enseñar a pensar dentro del contenido de una asignatura.
Y esa es una de las técnicas que enseña.
Sí, los estudiantes aprenden que hay ciertas cosas sobre las que deben pensar: opciones, los pros y los contras, y lo ponen por escrito. Se convierten en el personaje de la novela y piensan en el contexto de la historia. No es sólo leer el argumento, sino averiguar las motivaciones de los personajes, quiénes son. Así que desarrollan una mejor lectura, se interesan más.
¿Estar dispuesto a aprender es suficiente o se necesitan más habilidades?
No es suficiente, pero es necesario. Pero los estudiantes necesitan desarrollar destrezas y los profesores tienen que ayudarles en la lectura, redacción, matemáticas. Y cuando las adquieren, es cuando aprenden realmente. En la toma de decisiones empiezan a pensar sobre las consecuencias en ellos mismos y los demás. Enseñarles a pensar, a llegar a conclusiones bien meditadas, debatir si discrepan, les hace mejor estudiantes y personas. Un mundo mejor.
¿Piensa que el sistema educativo español se ha centrado más en la memorización que en el pensamiento crítico?
Sí, pero pasa también en todos los sistemas educativos del mundo. El método estándar es lecciones, memorización y exámenes. Si sólo confías en ello, es un error. Necesitas diversos tipos de evaluación: la calidad de sus escritos, su rendimiento en las clases, y con los diferentes resultados, ves un patrón. Si un estudiante falla en este área, no lo vamos a suspender, sino que hay que ayudarle a mejorar.
“Los alumnos son la vida del país, lo van a dirigir algún día, y quieres que lo desempeñen bien”
“Si el sistema educativo sólo confía en las lecciones, memorización y exámenes, es un error”
El informe “Educación para todos 2012” de la Unesco señala que el 30% de jóvenes españoles entre 14 y 24 años no completó la Secundaria Obligatoria, mientras que la media europea era del 5%. ¿Qué está pasando?
Los estudiantes no muestran interés y no encuentran su formación valiosa, por eso la dejan, no necesariamente por malos resultados, sino porque ven otras cosas mejores. Es por el modo en que se les enseña. “¿Por qué tengo que memorizar esto?” Si los profesores permitieran aflorar las propias habilidades, la creatividad de los alumnos y respetaran lo que dicen aunque discrepen, se sentirían más seguros consigo mismos.
¿Cuál es su visión sobre esta era de tabletas electrónicas y apps? Apuntó una vez que es posible potenciar la capacidad de pensamiento por medio de Internet.
Sí, absolutamente. Pero debes tener cuidado con la fiabilidad de las fuentes. Internet ha destapado el mundo de la información para todo el mundo. Está todo a tu alcance, por iPhones y iPads. Pero la gente puede colgar cualquier cosa. Tienes que enseñar a los estudiantes a valorar si esa información que cogen es fiable y veraz o no. Por ejemplo, la aparición de dinosaurios en Murcia.
¿Cómo lo hace?
Les pregunto qué cuestiones tratarían de responder ellos mismos antes de tomar esa información en serio y escribirlas para tener su propia lista de control: la profesión de la fuente de información, cuánto sabe, cómo a su vez se enteró, si fue en persona a verlos o lo oyó por una tercera, dónde lo escuchó, en un bar, cuánto hace. Les reto, pero no les digo “estás en lo cierto o equivocado’”
¿Debe el Ministerio de Educación proporcionar a los profesores las herramientas necesarias para una formación continua?
Sí, totalmente. Necesita darles cuantos recursos requieran para ser buenos profesores, aquellos que las escuelas y los profesionales no pueden adquirir por sí mismos. Los alumnos son la vida del país, van a ser adultos y van a dirigirlo algún día, y quieres que aprendas cosas y que lo desempeñen bien. Si las escuelas no tienen los recursos, alguien los tiene que proporcionar para un buen desarrollo profesional. El Gobierno no presta atención a los avances que muestran que TBL funciona.