El Doctor Negrín estrena las prótesis sin suturas para la válvula aórtica.pdf
La técnica, descubierta por un cirujano francés, no se había realizado en la Isla / El hospital planea 20 intervenciones en seis meses
Eva Rancho
LA PROVINCIA / LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 20 Septiembre de 2013
Los corazones de dos mujeres de 70 años y una de 69 ingresadas en el Hospital Doctor Negrín vuelven a bombear sangre con normalidad gracias a una prótesis sin suturas implantada dentro de su válvula aórtica, aquella que regula la salida de sangre del corazón y se sitúa entre el ventrículo izquierdo y la arteria aorta. El equipo de Cirugía Cardiaca del Hospital Universitario de Gran Canaria, encabezado por el cirujano Juan José Feijoo, se convierte con esta operación en el pionero en la Isla en implantar esta técnica, que ha sido importada de François Laborde, un especialista francés que la empleó hace siete años en París por primera vez en todo el mundo, y cuyas manos ya han insertado 210 implantes.
“La válvula aórtica por diferentes circunstancias se enferma y se va calcificando y estrechando, lo que produce una obstrucción a la salida de sangre del ventrículo del corazón y eso lleva al deterioro de su función, y por otro lado, tiene un riesgo relativamente alto de producir incluso la muerte súbita. La única solución en algunas circunstancias es resecar y extraer la válvula e implantar en su sitio una prótesis”, explicó Juan José Feijoo, jefe de Cirugía Cardiaca del Negrín, cuya dirección tiene previsto implantar una veintena de prótesis en los próximos seis meses.
Ventajas y desventajas
La ausencia de puntos de sutura en la válvula aórtica es una de las principales ventajas de la colocación de esta prótesis, debido al estent externo (tubo con malla) que contiene. La operación consiste en conectar al paciente a una máquina que reemplaza el corazón y los pulmones durante un tiempo, y apartar el corazón de la circulación para quitar la sangre, resecar la válvula e implantar esta prótesis de forma plegada. Esta, al abrirse, se expande y adhiere al anillo aórtico de forma fija sin necesidad de coserla.
Frente a los 50 minutos de cirugía convencional donde el corazón permanece apartado de la circulación con esa máquina, ese tiempo se reduce de forma significativa al emplear esta prótesis. Alrededor de 15-20 minutos tarda el equipo médico en colocarla, y esto beneficia al paciente, porque entre más prolongado sea el tiempo en el que el corazón no recibe sangre, es un “indicador muy importante de mortalidad dentro de la cirugía”, según indicó Feijoo.
Por otra parte, a diferencia de las prótesis metálicas, la implantada en el Negrín es anticoagulante, es decir, no hay riesgo de que se formen trombos, y permite llevar una vida normal, practicar deporte, según señaló Feijoo. Esta técnica se indica para tratar a aquellos enfermos con un riesgo de mortalidad mayor al habitual, que padecen por ejemplo, estenosis aórtica, donde la válvula no se abre al estar muy calcificada, fuerza el trabajo del corazón y no permite que la sangre circule con facilidad. Y por otro lado, aquellos que tienen insuficiencia aórtica, que hace que “la válvula tampoco cierre bien, vuelve la sangre dentro del corazón, hay más volumen y se deteriora aún más”.
La limitada vida del dispositivo, unos 15 años, es el motivo por el que se implantan en pacientes mayores de 65 años. Junto con su elevado coste, unos 4.500 euros, como afirmó Feijoo, forman las dos desventajas conocidas públicamente.
El Hospital Negrín contó con la ayuda del mentor de esta técnica, François Laborde, jefe del Servicio de Cirugía Cardiovascular del Institut Montsouris de París, que recuerda perfectamente el primer día que implantó esta prótesis sin suturas en París siete años atrás. “Esto viene después de hacer experimentos con animales durante dos años de investigación. No haces esto de la nada. Vine aquí para darles consejos y enseñarles la técnica, pero ellos hacen el trabajo. La operación se ha hecho perfectamente, al igual que el curso (para los cirujanos), sin ningún problema”, aseguró Laborde.
Dispositivo
Esta pequeña pieza que parece de juguete, puede en realidad salvar vidas al hacer cerrar y abrir de forma correcta la válvula aórtica del corazón. A diferencia de la prótesis metálica, este recambio es biológico, está hecho de pericardio de vaca, y no necesita anticoagulantes y permite hacer una vida con normalidad. En el mundo hay implantados alrededor de unos 3.000, según afirmó el cirujano francés François Laborde, pionero de la técnica en el mundo hace siete años. Hay tres laboratorios implicados, entre ellos el italiano Sorin Group, que ha fabricado las prótesis empleadas en el Negrín. Por su parte, en el Hospiten Rambla de Santa Cruz de Tenerife, entre 15 y 20 pacientes lo tienen desde hace dos años. E. R.