Tradición reciclada bajo el Faro Eva Rancho La Provincia 9 Agosto 2014.pdf
En la 7a edición de la Feria de Artesanía de Maspalomas, ceramistas, caladoras, cristaleros, modistas, artistas del macramé, joyeros, entre otros artesanos venidos de toda Gran Canaria, han sabido adaptarse a los nuevos tiempos al aunar tradición con modernidad en sus productos, como pendientes de resina vegetal y bolsos de lona de publicidad reciclada. Hasta el próximo 18 de agosto, un total de 74 puestos en el entorno del Faro de Maspalomas atraerán la atención de unas 3.000 personas diarias, según apuntan desde la Consejería de Industria, Comercio y Artesanía del Cabildo de Gran Canaria.
Tradición reciclada bajo el Faro
Modistas, macramé y joyeros de la Fedac ensamblan oficio y modernidad en la 7a edición
de la Feria de Artesanía en Maspalomas / 74 puestos atraen la atención de los turistas
Eva Rancho
LA PROVINCIA / MASPALOMAS, 9 Agosto 2014
Llegó agosto y con el inicio de mes, la 7ª edición de la Feria de Artesanía arrancó ayer en el entorno del Faro de Maspalomas, con 74 puestos de artesanos isleños pertenecientes a 26 oficios reconocidos por la Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria (Fedac). Venidos de diversos municipios de Gran Canaria, ceramistas, caladoras, cristaleros, modistas, artistas del macramé, joyeros, entre otros, tienen algo en común: han sabido ensamblar tradición y modernidad en sus últimos productos, que atraerán las miradas de los turistas hasta el próximo 18 de agosto.
“Estamos intentando ayudar, fomentar la artesanía canaria como actividad cultural y social muy importante, con una dimensión económica sin duda. Tenemos nueve expositores más que el año pasado, y por tanto eso ya avala de que efectivamente esto va en alza”, apuntó ayer el presidente del Cabildo, José Miguel Bravo de Laguna, que estuvo acompañado en la apertura del evento por el consejero de Industria, Comercio y Artesanía del Cabildo, Juan Domínguez, y la alcaldesa en funciones de San Bartolomé de Tirajana, Elena Álamo, concejales de la corporación, y la directora de la Fedac, Leticia Jinorio León.
Domínguez estimó que se esperan igualar la afluencia de público del pasado año, “en torno a 3.000 y 4.000 personas diarias” debido al turismo, y los “400.000 ó 500.000 euros de venta en total” . “Es una muestra de nuestra cultura como valor añadido a este enclave del Faro de Maspalomas”, señaló el consejero regional. Susan Leign, su madre y su hija vinieron desde Liverpool por segundo año por el clima y “la accesibilidad de la isla para personas con discapacidad”. “Es fantástico ver estos productos hechos con toda clase de materiales para satisfacer todos los gustos. Estuve el año pasado y compré un anillo, prendedores de pelo para mi hija, ropa, a un precio razonable”, explicó la abogada inglesa, que subrayó que “es muy importante conservar el patrimonio de la artesanía local en todos los países”.
Este año la feria cuenta con nueve puestos más con respecto a 2013
Es lo que persigue el Cabildo y la Fedac con esta feria: recuperar y afianzarlas manifestaciones artesanales propias del Archipiélago. Una muestra de esa tradición figura en el expositor de Juana María Pulido Barreto, ceramista palmera pero afincada en Arinaga y copropietaria de la empresa Cerámicas La Casa Vieja, fundada en 1923, que ha pasado de generación en generación de su socio, con antepasados sevillanos. “Hemos traído la línea ‘Coarte’ con la que empezamos a innovar en 2000. Intenta hacer grafismos y grabados rupestres de las islas, las espirales y los círculos concéntricos, los recogemos y los transformamos en líneas innovadoras para tanto una casa rústica como moderna”, explicó la pedagoga.
Otra de las artesanas que también ha dado un giro a su negocio es Pilar González, modista y muñequera desde hace 12 años. Sus manos virtuosas elaboran desde ropa infantil, coleteros, diademas hasta muñecas de trapo, como las de antaño, vestidas con el traje de Néstor y de Ingenio, pero con un nuevo uso: para meter pijamas o bolsas de supermercado. Por su parte, la empresa AraUra ha sabido reinventarse mejor que nadie y adaptarse a los nuevos tiempos con una apuesta ecológica para fabricar bolsos distintivos y a la moda. “Reciclamos toldos y lonas que desechan empresas de publicidad, y en algunos modelos, empleamos tela de saco o cable, y se pueden lavar en la lavadora”, detalló la propietaria Ángeles Mesa. En su caso, Alejandro Tornos combina plata, piedras naturales y resina vegetal en la bisutería que vende, como los pendientes de ‘alas de hada’. “Se asemeja al vidrio por la transparencia, pero es más ligera y no se rompe al caer. No sale del petróleo, es una resina que respeta el medio ambiente”, indica Tornos. La artesana Lucía Díaz es una maestra del macramé: hilo y hacer nudos sin aguja. “Las pulseras llaman mucho la atención y los broches de libélula”, indica la teldense.