Entrevista jazz Madeleine Peyroux Eva Rancho La Provincia 16 Nov 2013.pdf
Con una mezcla de jazz, blues, pop y country portados en su voz celestial, la cantante Madeleine Peyroux, de 39 años, estadounidense de cuna, pero francesa de adopción, pisa esta noche el escenario capitalino del Teatro Cuyás, con el cartel de aforo agotado. Arropada también por tres músicos de cuerda canarios, presenta en la Isla su séptimo trabajo, The Blue Room, un homenaje a un artista clave en su infancia: Ray Charles y su Modern sounds in Country and Western Music (1962)
Madeleine Peyroux
Cantante de jazz
“De Ray Charles aprendí sus valores para unir distintos estilos musicales”
Eva Rancho
LA PROVINCIA / LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 16 Noviembre 2013
¿Qué se encontrará el público esta noche en su concierto del Teatro Cuyás dentro del Festival Jazz Otoño de Las Palmas de Gran Canaria?
Espero que encontrarán una conexión. Para mí, la música es compartir con el público. Es la quintaesencia forma de comunicación: instantánea, inmediata, ilimitada, desprotegida o armada, universal y personal a la vez.
¿En qué aspectos su último álbum, ‘The Blue Room’, se diferencia de los anteriores de mayor éxito, como ‘Careless Love’ (2004) y ‘Bare Bones’ (2009)? ¿Tiene un mensaje social de unidad dentro del contexto de crisis económica actual?
Este disco explora el camino que Ray [Charles] estableció para aportar dentro de un contexto más contemporáneo, si es posible. Este trabajo es una oportunidad para repasar qué ha cambiado para todos nosotros en 50 años: todos nosotros podemos ver reflejados quiénes somos y hacia dónde vamos en la experiencia de una persona.
Ray Charles fue como una huella en su alma musical desde que era una adolescente de 11 años, cuando se trasladó desde los Estados Unidos para vivir en París. ¿Por qué piensa que era más admirado en Francia que en Norteamérica en los años 80?
Ray Charles es uno de los cantantes y músicos más grandes de la música americana. No sé si estaba mejor considerado en Francia que en EEUU, pero desde luego que está entre los cinco primeros para mí. He aprendido sus valores para fusionar diferentes estilos de música.
“No me gustaría estar estancada tocando en las calles sin ingresos como antes. Ahora soy un poco consentida”
“The Blue Room’ es una ocasión para repasar qué ha cambiado en nosotros en los últimos 50 años”
Se crió entre los sonidos de Johnny Cash, Buddy Holly, Hanks Williams o Fats Domino. Además de ellos, ¿han influido en su carrera otros artistas mundiales de jazz, como Django Reinhardt, Nina Simone, Ella Fitzgerald o Diana Krall? ¿Algún otro?
Mis padres escuchaban jazz y blues, la música americana que permaneció conmigo para siempre, tanto que cuando veía músicos en las calles de París, ya reconocía las letras de las canciones que estaban tocando, como Your Feet’s Too Big (Fats Waller) and La Vie En Rose (Édith Piaf ) y Georgia (Hoagy Carmichael), etc. Con músicos que me ayudaban a aprender las estructuras más complejas de los acordes del jazz y blues tradicional, empecé a enriquecer mi cultura musical con mucho más. Al final fue como una escuela que llegó a ser parte de mí, y empecé a ser autodidacta después de eso. Más tarde, la idea de grabar un disco era tan extraña para mí que no entendía lo que iba a hacer, salvo la experiencia emocionante de trabajar con músicos que estaba segura que sabían y tocaban más que yo. Así me enganché. ¡Felizmente!
Comenzó como música en las calles de París. La gente que pasaba a su lado, ¿le inspiró de algún modo para componer?
Todavía estoy allí. Mi música aún está hecha de ese polvo de la suela de sandalia. Mi voz todavía está flotando sobre la brisa del río Sena. No soy nada si no estoy condenada al romanticismo, incluso al enojado. Creo que se trata más de la música que del lugar de los conciertos. Dame un concierto en la calle en cualquier día. Pero si la gente quiere verme en un teatro, ¡lo adoro absolutamente!
La industria musical ha cambiado de forma significativa con la era digital y en la actualidad es más difícil para los artistas vender tantos discos como en el pasado. ¿Cómo se ha adaptado a los nuevos tiempos?
No me importan los récords de ventas, aunque soy consciente de que los presupuestos solían ser una locura de grandes y ahora las cosas están increíblemente confusas para gente que no sabe cómo trabajar con partidas pequeñas, y son tiempos duros para toda esa gente que no está trabajando como antes. Supongo que no me gustaría estar estancada en la calle sin ningún ingreso como entonces, porque ahora soy mayor, y un poco consentida. Pero aún sigo haciendo música por las mismas razones de siempre: tocar con los mejores músicos, aprender de ellos, de sus canciones, de sus oídos que escuchan. Si no fuera tan afortunada de venir a Europa y tocar para el público que me tendrá en este mundo, supongo que tendría que encontrar algún lugar para tocar, y si eso fuera de vuelta a las calles, ¡que sea así!