Son novatos en la Copa del Rey, pero sabios en Liga Endesa y Eurocup. DJ Seeley, Alen Omic, Anzejs Pasecniks y Kevin Pangos disputarán por primera vez la segunda máxima competición del baloncesto español. Su maleta a La Coruña va repleta de optimismo y talento.
El cuarteto debutante
DJ Seeley, Omic, Pasecniks y Pangos afrontan su primera Copa del Rey con optimismo / Los cuatro debutantes aspiran a superar las semifinales de 2013
Eva Rancho
LA PROVINCIA / LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 17 Febrero 2016
Sobre el parqué de La Coruña celebrarán su bautizo en la Copa del Rey. DJ Seeley, Omic, Pasecniks, y Pangos disputarán por primera vez en su carrera la segunda máxima competición del baloncesto es- pañol. Optimismo, motivación y talento. Con estas armas se presentan para derrotar al temido Valencia, que llega con el orgullo herido tras su eliminación de la Eurocup, pero más peligroso que nunca. Los cuatro rookies de la Copa Rey ficharon este curso por el Granca y su excelente progresión les ha convertido en piezas clave en la pizarra de Aíto García Reneses.
Cuando el combinado claretiano pise el Coliseum de La Coruña será la 11a participación en Copa del Rey, donde su techo más alto está ubicado en la semifinal de 2013. Varios jugadores consideran que es el tiempo de dar un paso adelante y pasar esa barrera. Pese a sus 20 años, la ambición competitiva, actitud y serenidad están inmersas en la mente de Anzejs Pasecniks. El joven pívot letón afronta esta primera experiencia con sumo entusiasmo y viaja a tierras gallegas a por todas. “Claro que quiero ganar, todo el mundo quiere ir a por cada uno de los partidos y queremos ganar la Copa del Rey.
Tenemos un gran equipo y podemos lograrlo”, afirma. Nunca antes había jugado un trofeo parecido con su club de procedencia, el VEF Riga, pero uno sus compañeros de la selección de Letonia, Kristaps Porzingis, exjugador del Sevilla y ahora en las filas del New York Knicks, ya le había hablado de la repercusión de la Copa del Rey. “Estoy muy motivado, todo el mundo habla de este trofeo y creo que es muy importante”, comenta Pasecniks. Paciente y receptivo, el jugador de 2,16 metros ha sabido esperar su momento para hacerse un hueco en el equipo. De defender la elástica amarilla en Liga EBA a principio de curso, a tener la confianza de Aíto para subir a la primera plantilla y gozar de titularidad en algunos choques, como contra el Hapoel Jerusalén. En este último partido del Last 32 de Eurocup, mostró el talento que atesora y firmó una cuenta impoluta: 16 puntos -no falló ningún tiro de campo- y capturó seis rebotes.
La progresión del escolta californiano, los pívots esloveno y letón y el base canadiense les coloca como piezas clave en la pizarra
El exjugador de Gonzaga disputó la ‘March Madness’, un trofeo entre los 68 mejores de la Liga Universitaria de EEUU
“No sé cuántos minutos jugaré, quizás cinco o diez, pero en ese tiempo daré lo mejor de mí para ayudar al equipo a ganar”, señala Pasecniks, ya completamente integrado en el plantel.
Por su parte, Kevin Pangos ya vivió una cita deportiva similar a la Copa del Rey con la camiseta de la Universidad de Gonzaga: la March Madness, una exigente competición entre 68 equipos de la Liga Universitaria de Estados Unidos en marzo. La vuelta del base canadiense a las pistas ya recuperado tras estar casi un mes en la enfermería con dolencias cervicales es vital para la dirección y el tempo del juego grancanario.
La Copa del Rey es otro estímulo para la carrera de Pangos y llega en un momento dulce para el Granca: quintos en Liga Endesa, entre los 16 mejores conjuntos de Eurocup, y enrachado con ocho triunfos entre ambos torneos. “Estoy muy motivado, creo que hasta ahora hemos tenido un buen año, estamos mejorando cada vez más, así que esta es una buena oportunidad para enseñar todo nuestro talento y lo bien que jugamos”, subraya el uno canadiense.
Cualquier cosa puede suceder pues los equipos se juegan todo o nada a una carta. Laboral Kutxa, Limoges y PAOK Tesalónica han demostrado esta campaña que el Valencia no es invencible.
“Una dura defensa y una buena concentración en el ataque, y por supuesto los rebotes serán las claves para ganar”, comenta el pívot Alen Omic, que nunca ha disputado nada parecido a la Copa del Rey, al igual que el escolta DJ Seeley, que había oído hablar de ella durante su etapa en Manresa. “Ojalá alcancemos las semifinales y la final, lo único que debemos hacer es jugar lo mejor que podamos”, asegura el jugador californiano.
Kevin Pangos
Base
“Es una buena oportunidad para enseñar todo nuestro talento”
DJ Seeley
Escolta
“Ojalá lleguemos a la final; debemos jugar lo mejor que podamos”
Alen Omic
Pívot
“La defensa y la concentración en ataque serán las claves para ganar”
Anzejs Pasecniks
Pívot
“No sé cuánto jugaré, pero daré lo mejor para ayudar al equipo”
Sin supersticiones
En el deporte como en general en la vida, las supersticiones también tienen su hueco. Algunos jugadores se cambian los calcetines antes de iniciar un encuentro, otros rezan una oración y otros entran con el pie derecho en la cancha. Pero en este cuarteto debutante de la Copa del Rey no se estila ninguna rutina mágica. Pangos vive el día a día y trata de estar centrado y relajado en los momentos previos de un partido. “En absoluto soy supersticioso. No tengo nada que haga siempre, porque si alguna vez da la casualidad de que no funciona bien, no quiero que eso afecte a mi forma de jugar”, explica el base canadiense. Pasecniks y DJ Seeley afirman que tampoco tienen ninguna manía. El escolta de Redding suele escuchar música antes de un choque, mientras que a Omic le gusta tener todo su equipación colocada en su taquilla.
El secreto de la unión
La sólida actuación coral es una de las armas con la que el Herbalife batallará en el Coliseum, y que le ha aupado hasta la quinta posición liguera y los octavos de final de Eurocup. Los efectivos de Aíto tienen claro el secreto de la unión dentro de la pista. “Necesitas tener una buena relación con los jugadores del equipo, si algo no va bien, tratamos de bromear y nos mantenemos positivos”, asegura Pasecniks. Para Pangos y DJ Seeley, la clave reside en entrenar bien, prestar atención a detalles de los entrenamientos y la comunicación, y para Omic, está en la concentración y regularidad.